Ayudar al que no tiene nada que perder se puede convertir en un arma de doble filo

La muerte de la señora Isidora María González encontrada amarrada de pies y manos y con signos de violencia con arma blanca.
El crimen ocurrió en el barrio Ospina Pérez en la calle 34 con carrera 11 en la ciudad de Montería, más allá del cruel asesinato queremos resaltar esta problemática que se esta presentando con los extranjeros que están llegando al país, para ser exactos de nacionalidad venezolanos.
No queremos caer en el error de inducir a la xenofobia a los monterianos, pero si hay que recordarles a todos que no es el primer caso que se da en el país en donde venezolanos terminan asesinando a las personas de buen corazón que les tienden la mano o le brindan posada así sea por negocio.
Hasta el momento existen dos sospechosas de nacionalidad venezolanas que pueden estar implicadas en este atroz asesinato uno de los muchos que ya se han cometido en el territorio nacional a manos de extranjeros.
Nos decía un amigo “ayudar al que no tiene nada que perder puede ser muy riesgoso y eso se evidenció el día de ayer con el asesinato de la señora Isidora quien al parecer fue vil mente muerta a manos de venezolanas” el tema es delicado ya que no podemos generalizar, pero la situación se esta convirtiendo día a día en un problema para la sociedad.
Hay extranjeros que llegaron a la ciudad y que llegaron a aportar cosas positivas pero hay otras que dejan muy mal parados a sus coterráneos.