Duque el niño rebelde egocéntrico que un día por suerte llegó al palacio.

Existen personas que han estudiado toda la vida el lenguaje del rostro o de los gestos y al presidente lo tienen bien estudiado. Desde antes de ser presidente, cuando solo soñaba con llegar a palacio, estos especialistas, de lo que puede una persona trasmitir con sus movimientos en la cara y manos, predecían que no había sinceridad en su hablar.
La Minga llegó a Bogotá, llego al patio de su casa, a palacio, a donde nunca debió llegar el, pero por cosas del destino, de golpe se le dio. El sabe que su partido de gobierno no llegará por ahora nuevamente al poder y quizás es el motivo que haga lo que le da la gana.
Una manifestación en épocas de pandemia no es lo adecuado, tampoco lo correcto, el cómo presidente debió reunirse con ellos en su territorio, o acaso no es el presidente de los colombianos, o es que hay territorios vetados para la máxima autoridad del país.
A los indígenas en el lenguaje adoctrinado del partido de derecha, se les trata de narcotraficantes, de jibaros, de guerrilleros, pero nadie recuerda el indio ancestral que lleva por dentro, que haremos con tanto indio civilizado de sangre Azul en Colombia que no recuerdan de donde vinimos y para donde vamos.
A quien atiende Duque entonces, quienes son sus "parceros" que si tienen derecho al dialogo con el presidente, el egocentrismo es el peor enemigo de un político y mas si es la máxima autoridad, salir y atender a una comitiva que viajo muchos kilómetros no era rebajarse, era demostrar que el dialogo si es posible y que una fracción del país debe ser escuchado.
Criticar desde la comodidad de las casas es muy fácil, pero nacer en un territorio lleno de conflictos sin mucho para donde escoger y sin alternativas de superación es difícil para el que sea.
Duque no le tiene miedo a la Minga, a Duque sus patrones no lo dejan gobernar y no le permiten que sea sensible con su pueblo, estamos muy cerca de la dictadura, donde se hace, se dice y se actúa como el gobierno quiere, en el momento que el lo quiera y de la manera que le da la gana.
Acá estamos perdiendo todos, los de la Minga por no lograr su objetivo de dialogar con el presidente, la democracia que no le dio vía libre al dialogo y a la participación ciudadana y todo Colombia que se ha volcado en redes a insultar y denigrar de unos colombianos que reclaman sus derechos como ninguno de nosotros lo hacemos. La Minga, llego a palacio y el presidente se escondió.