Muerto por un frasco de picante, en mesa de fritos

En Mosquera, Cundinamarca, un hombre mató a otro porque no le quiso pasar la botella del picante para echarle a un frito.

Se pensaba que en esta pandemia las personas iban a salir renovadas, más llenas de don de gente, pero no, salieron fue como drogados por el mal, con la sangre hirviendo, como el toro de lidia cuando sale a la plaza, a matar o a que lo maten.

Este es un hecho más de intolerancia vivida en ese país del Sagrado Corazón de Jesús, será que el frío que hace en estos meses en Cundinamarca en vez de enfriar la sangre se las calienta más.

Aunque, esos casos se están dando en todas las regiones, que pasa con la gente que no aprendieron a convivir en el encierro siquiera con la familia.

De acuerdo con la versión de los hechos que manejan las autoridades, el homicida y la víctima se encontraban en un puesto ambulante y “la gota que derramó el vaso” fue la lentitud de pasarle el picante para un pastel.

“Sucedió en una venta ambulante, en una pequeña disputa, en la solicitud de un ají, como le dio tarde el ají, se empujan y esta persona reacciona sacando un arma blanca y causándole una herida mortal”, contó el coronel César Castro de la Policía de Cundinamarca.

Hablando Claro

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