¿Qué sentirá el medio informativo atado a la pauta oficial?

Este artículo no busca atacar a nadie en especial, pero dice el adagio popular, al que le caiga el guante que se lo achante.

Debe ser muy frustrante para un comunicador de la noticia, sea formado o no en la academia, sentirse maniatado y sesgado por su propia codicia al pautar con un ente oficial, se pierde la objetividad, se pierde la autoridad moral al momento de investigar a no ser que sea su modo de operar, apretar, pautar, callar.

Lo único cierto y que nunca se ha planteado por diversas razones y conflictos de intereses, es que la publicidad política pagada, no debería existir por el bien de la libre información al lector.

Es triste estar cargado de información a beneficio del bien común y callarlo por no afectar el bolsillo personal, y esto aplica para todo el territorio nacional, solo que acá en el campo local  podemos evidenciarlo más.

Ya vemos noticieros nacionales acomodados al lenguaje del patrón, no podemos afirmar si por órdenes estrictas o por hacer un cumplido en busca del beneficio publicitario, en lo local muchos ejemplos.

Los medios tradicionales se han dedicado a ser trascriptores de notas, perdiendo el sentido crítico y argumentativo de lo que es una nota periodística, solo copian y pegan los comunicados y pase por el sobre.

Muchos se indignarán, pero es así, no es de pisar mangueras, pero hablando claro nació para decirlo, ya cada quien hará su autorreflexión y sentirá que este artículo es con ellos.

Entregarse al amarillismo es bajo y más cuando la simple nota no te es suficiente para cautivar lectores, acudir al mundo paranormal para recuperar un poco los lectores que se te van por no estar en la noticia objetiva, ¿acaso no es suficiente la pauta privada? O las utilidades de volverse jefe de prensa de las entidades del estado es más rentable, mirar si el atuendo que lleva el gobernante es prudente o no y volverlo noticia es caer muy bajo, o hacer notas periodísticas sobre obras sociales de los mandatarios, que deberían ser de índole privadas buscando la empatía de la gente y el funcionar de los comités de aplausos, eso se deja para la persona del común que haga su obra y la quiera dar a conocer para motivar a los demás.

Se está volviendo soso leer en Córdoba, y no es porque la noticia vaya encaminada a la crítica, a lo malo, es porque diariamente están sucediendo acontecimientos que merecen un reportaje critico en busca de soluciones a personas, comunidades o afectados, y nadie se entera por la misma permeabilidad en que se encuentra un sector de la prensa que se dejó manosear.

La pauta comercial estatal, no debería existir, atenta contra la información, veraz, autónoma, critica, imparcial, al que se debe someter cualquier funcionario, entidad o corporación que no se maneje bien.

Los medios tradicionales están quedando rezagados ante los medios alternativos que hablan claro, pero con mucha objetividad y respeto, no todos están en esta actitud, algunos se niegan a caer en ese monopolio vicioso de la información encajonada llena de libretos al acomodo del gobernante que solo le interesa que se hable de lo bueno y le incomoda que se toque lo que no está bien.

Hablando Claro

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