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OPINIÓN

“Tolete calor” pero ¿Cuántos árboles has sembrado en los últimos años? Hagamos esa campaña

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Por: Adel Lopez Montilla

Nos estamos acostumbrando a mirar cómo, con el pasar de los años pasa lo mismo y no hacemos nada para evitarlo. Los fenómenos naturales, año tras año regresan con otros nombres, pero al final es lo mismo.

El fuerte invierno, el devastador verano, las olas de calor, los frentes fríos, son producto del mal uso que los seres humanos le damos a nuestra tierra. El progreso cuando no va a acompañado de la conciencia ecológica nos impulsa a que la naturaleza nos golpee fuerte tan fuerte, que el frio, el calor y el agua se conviertan en nuestros enemigos, y no debería ser así porque igual los necesitamos, pero de manera moderada.

Nos quejamos del intenso calor, pero se han preguntado ¿Cuántos arboles he sembrado? Es posible que existan millones de personas en el mundo que no han sembrado el primer árbol en su vida, y ¿por qué no lo hacen? Pero seguramente esta pequeña reflexión nos lleva a pensar ¿Cuántos arboles he derribado en mi vida? Y ahí está la respuesta, aparentemente es más fácil tumbar que sembrar, pero en realidad el esfuerzo que se hace al talar y matar, no es el mismo que el de sembrar y dar vida.

Invito a los mandatarios de nuestro departamento, pero también a los lideres y personas del común a que sembremos árboles, todos los que queramos, que cuando llegue el intenso calor tengamos donde refugiarnos, que cuando venga la creciente nuestros árboles protejan las riveras de nuestros ríos y no dejen que rompan la tierra.

Es hora de dejar de quejarnos, la solución no es comprar masivamente aires acondicionados, eso seria lo peor que le pueda pasar al planeta, siembra una planta, si es frutal mucho mejor, los frutales te dan alimentos y al mismo tiempo son fuente de ingresos para las personas que por su situación económica enfrentan dificultades.

El mundo necesita un cambio y ese cambio debe empezar por cada uno de nosotros sin esperar que alguien te mande, cuidemos la fuente de vida, meta un árbol en la tierra en presencia de un niño y el sin que le diga que eso está bien, él lo entenderá y cuando menos piense estará haciendo lo mismo.

VAMOS A SEMBRAR ÁRBOLES, VAMOS A GENERAR VIDA.