Un llamado al reconcilio, a la hermandad y al respeto, civiles y militares hay que bajarle al tema

Es el estado el quede salir al paso y bajar los ánimos, el ambiente está muy tenso y los ciudadanos de a pie hoy miran a la fuerza pública y a los militares como sus enemigos.
Ayer nuevamente se presentó un lamentable impase en el que se ve involucrado un soldado del glorioso Ejercito Nacional y una civil cuyo nombre era Juliana Giraldo, quien fallece por el impacto de bala al parecer por no acatar una orden de pare en Miranda Cauca.
En horas de la noche también en la ciudad de Cali conocimos por medio de un video el accionar de un Policía al disparar al aire en una manifestación de rechazo contra la muerte de Juliana Giraldo.
Es hora que el Gobierno Nacional busque la manera de bajarle la intensidad al tema, no podemos entrar en estado de pánico que lleven a nuestros militares a cometer errores que dejan dos dramas el de la familia de la víctima y el de la familia del soldado, que creemos actuó como respuesta a la tensión que vivimos en nuestro país Colombia.
Los enemigos son otros, no son los civiles, tampoco los militares y la fuerza pública, necesitamos a un gobierno conciliador y no incendiario, un gobierno que acate los fallos y no busque excusas para no cumplirlas.
También es necesario y de manera urgente que no tomemos partido de las tragedias para incentivar el odio, que aprendamos de las fallas cometidas para mejorar y no para atizar las heridas. Colombia vive uno de sus peores momentos en el ámbito social y de credibilidad de las instituciones y del gobierno con sus mismas instituciones.
Todo este descontrol se está trasladando a las ciudades y la tal llamada seguridad democrática no se está viendo en el campo de batalla, donde están los malos, si tomamos como base el acto bochornoso donde milicianos disidentes de las Farc someten a soldados humillándolos que trabajaban en el desminado humanitario en Tuluá Valle.
La consigna es el llamado a las partes, civiles y militares trabajando en equipo para acabar con el mal, no buenos con buenos matándonos por la misma tensión en las que no tiene el Gobierno central.
Que el alma de los que han caído producto del accionar individual pero que representan a la institucionalidad sirva de ejemplo y corrijamos el camino que no podemos dejar perder.