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OPINIÓN

Dicen que una estrategia cuándo no falla no se cambia; pero ¿hasta cuándo?

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Por: Adel Lopez Montilla

La moto ha sido un medio de transporte que le ha facilitado la vida a muchas personas en el mundo, por economía, por comodidad, por agilidad en el tiempo.

En Colombia y nuestro departamento, también se ha convertido en una fuente de trabajo, en un entorno poco industrializado y de escasas oportunidades laborales.  La moto es el medio de transporte que le ha solucionado la vida a muchos hogares y eso es lo que les preocupa a personas que viven en el mundo político.

La motocicleta es el mecanismo fácil para chantajear a los ciudadanos y más cuando es tu fuente de trabajo y sustento de la familia, y eso fue lo que entendieron todos esos personajes que en épocas electorales se suben en una de ellas para mandarte un mensaje directo, si no estas conmigo te ataco, pero si lo estas te ayudo, creo que nadie, con escasas oportunidades laborales jugaría con el sustento diario.

En el pasado tenemos claros ejemplos, es tanto el posicionamiento electoral que tienen los montados a moto, que alcaldes, senadores y aspirantes a presidencia se vieron en la obligación de subirse en una de ellas para dar ese golpe de opinión que en ese momento necesitaban, con buenos resultados hablando de positividad en el voto.

Las imágenes de Juan Manuel Santos, Álvaro Uribe Vélez, Carlos Ordosgoitia, montados en una moto, salen a relucir, gracias a la ultima foto de la senadora Ruby Chagüi, en la que sale en una moto comiendo patilla y sin casco, bueno muchos dirán quien come patilla con caso, pero sabemos que por ahí no es la cosa. ¿Creen ustedes que a la senadora le importó si la moto tenia sus documentos en regla?

Pero el interrogante se plantea para saber hasta cuando esa estrategia servirá para ganar votos, hasta cuando los montados en dos llantas mecánicas se dejarán influenciar hasta el punto de no ejercer el derecho al sufragio de manera libre y espontánea.